El universo del motor es muy extenso y, a la hora de comprarnos un coche, la primera idea que siempre se nos viene a la cabeza es la de adquirir uno salido desde el concesionario y que seamos nosotros quienes los estrenemos. Pero, en ocasiones, nuestro nivel adquisitivo no nos permite desembolsar grandes cantidades de dinero y descartamos esta posibilidad. Pero no poder comprar uno nuevo no significa que no podamos tener un buen coche que nos permita desplazarnos y cumplir nuestras necesidades y expectativas. El mercado se expande y con él las opciones de vehículos, entre los que existen:
- Coche nuevo: son vehículos que estrenas tú y pueden ser personalizados para el cliente.
- Coche nuevo en stock: son también coches nuevos pero que han estado expuestos en el concesionario. No están matriculados y tampoco han tenido kilometraje, la única diferencia es haberlo tenido a simple vista y que no podrán personalizártelo para ti.
- Coche de kilómetro 0: son coches nuevos que ya han sido matriculados por el fabricante o el concesionario, por lo que se transfieren al comprador siendo éste su segundo propietario.
- Coche de gerencia: son coches con poco kilometraje utilizados por trabajadores de la marca.
- Coche seminuevo: son los que no superan los 2 años de antigüedad ni los 25000km.
- Coche de segunda mano: son los que han sido usados por un propietario anterior por más de 2 años y más de 25000km generalmente.
Los coches de segunda mano
Los vehículos de segunda mano han tenido un uso anterior por un propietario y con un mayor kilometraje y antigüedad que un coche de gerencia. Su precio es más económico que cualquiera de las otras opciones y no hay uno fijo marcado, ya que depende de la situación del mercado y del estado del vehículo, así como de los kilómetros realizados. Todos sus elementos deben estar en perfecta disposición y los papeles en reglamentación. En esta categoría, se distinguen los coches de segunda mano de un particular y los coches de segunda mano de renting.
Si vas a adquirir uno de estos vehículos, debes tener en cuenta varios aspectos:
- Carrocería, motor, neumáticos y todos los elementos originales y en buenas condiciones.
- Su garantía.
- Papeles completamente legales y actualizados: informe expedido por DGT, conocer si el coche tiene algún embargo, tarjeta del ITV…
- Prueba el coche antes de comprarlo: igual que en las opciones anteriores, puedes probar el vehículo antes de hacerlo tuyo para ver si te sientes cómodo utilizándolo y se ajusta a las características que estás buscando.
En el mercado existen múltiples posibilidades que se adaptan a ti, escoge la que más se adecúe a lo que quieres y, ¡a la carretera!